La sencilla y al mismo tiempo curiosa estructura de esta vivienda es producto del ingenio del estudio de arquitectura Claesson Koivisto Rune Architects, y la mano maestra de sus tres responsables en colaboración con el equipo de arquitectos, se deja ver en su austera perfección. Su nombre es Villa Windlund, el apellido de la pareja propietaria, y se terminó de edificar el año 2011.
La casa se alza en la costa pedregosa de Sandvik, Ödland (Suecia), y su superficie es de 220 metros cuadrados perfectamente aprovechados. Los bloques de cemento no han sido coloreados ni pintados, sino que muestran su color blanco resplandeciente sin necesidad de revestimiento alguno.
El concepto de esta vivienda está basada en tres premisas fundamentales: luz, espacio y aprovechamiento de las mágicas vistas sobre el océano. La isla de Öland se halla en la costa occidental del mar Báltico, y el cemento blanco en bloques que se ha utilizado en su construcción refleja la luz nórdica como ningún otro material puede hacerlo.
En el centro de la construcción, la cubierta desciende y “presiona” para crear un diseño dinámico y unos interiores muy especiales. Esto le proporciona a la vivienda su personalidad y carácter, al tiempo que marca la diferencia entre la zona de dormitorios privada, de dos plantas y situada en la parte trasera, y la parte anterior, donde se hallan las zonas comunes en un espacio con altos techos diáfanos. Esta zona tiene una gran fachada de cristal que aporta una gran ligereza a la vivienda, al tiempo que permite visualizar el mar sin traba alguna desde el interior.
