Magnífica casa de una planta en Nueva Zelanda


Esta fantástica casa, amplia y de líneas sencillas, respira modernidad y confort por los cuatro costados. Diseñada especialmente para que sus propietarios pudiesen disfrutar del aire libre y el entorno natural, la vivienda se inspira directamente en el concepto de “campamento”. Esta casa se alza en Wairau Valley, Rapaura (Nueva Zelanda) y se construyó según el proyecto diseñado por Parsonson Architects.

El enclave se encuentra muy cerca del río Wairau, que recorre las faldas la cordillera situada al norte. Estas características convierten el paraje en un paradisíaco conjunto de granjas, huertos y viñedos.

Espacios intercomunicados


Los clientes propusieron al estudio de arquitectura la confección de un proyecto que permitiera sentirse conectados a la tierra, tanto espacial como materialmente. El feeling de “acampada” se logró mediante la creación de varios pabellones intercomunicados que generan diferentes áreas de ocupación, tanto íntimas como abiertas. Los espacios se agrupan bajo una cubierta a dos aguas, poco pronunciadas, de forma que los límites entre la tierra y la construcción queden más o menos difuminados.

La tierra se refleja en la arquitectura


El paisaje de tierras cultivadas parece reproducirse en la estructura de la casa: las líneas formadas por las pérgolas y los postes reflejan los trazados de los huertos de frutales y los viñedos. Una forma muy inteligente de integrar la casa en el entorno. Los materiales que se emplearon en los espacios principales fueron sobre todo el cemento y la madera de eucalipto, cuidadosamente modelada y procesada para articular claramente los interiores y proporcionar una sensación natural, cálida y envolvente.

Fotografías: Paul McCredie.

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