Su aspecto exterior no puede ser más sencillo, sobre todo en lo que respecta a la silueta. Pero su interior y la zona ajardinada atesoran fantásticos espacios dignos de una casa de lujo. Estamos contemplando dos viviendas pareadas, diseñadas por el estudio Metaform y que se encuentran en la localidad de Goeblange, en Luxemburgo.
Si su silueta externa es sencilla, no podemos decir lo mismo del excepcional equipamiento de las casas. Desde el bello jardín con piscina a ras de terreno hasta el piso superior con suelo de cristal, estos dos chalets pareados son un auténtico descubrimiento arquitectónico.
Según sus creadores, el espacio de circulación y la manera en la se distribuye la superficie interior están claramente definidos por el suelo de vidrio de la planta superior. Además de un atractivo elemento arquitectónico, este singular pavimento también cumple la función de dejar pasar la luz que entra por las claraboyas colocadas en la cubierta. La luz pasa de esta manera desde el techo hasta la entrada, situada en la planta baja.
El cristal también forma parte en exclusiva de las fachadas de ambas viviendas. Un enorme vano de 10 x 3 metros cierra la planta baja, e intenta eliminar las fronteras físicas de la construcción, facilitando el acceso a las vistas y al jardín. A través de esta cristalera, la proximidad y la orientación de la piscina permiten que los reflejos del sol sobre el agua incidan directamente sobre las paredes y techos del espacio principal, creando una atractiva decoración siempre cambiante.
