Su arquitectura blanca y su revestimiento cerámico están inspirados en las construcciones tradicionales mexicanas, a las que rinden homenaje sin salirse de un concepto vanguardista. Así es esta preciosa villa de vacaciones situada en Atlixco (México), a treinta kilómetros de la ciudad de Puebla. El fantástico clima que la región disfruta en verano hace de la finca sobre la que se alza la vivienda el mejor enclave para pasar las vacaciones.
La villa es producto del buen hacer del estudio mexicano JAR jaspeado arquitectos, que concibió la vivienda en dos secciones comunicadas entre sí.
Un nivel y dos volúmenes
La normativa urbanística hizo que el proyecto de la casa tuviese que responder a una serie de imposiciones. La casa solo podía tener una planta y estar destinada a acoger un determinado número de habitantes. Al final, el proyecto distribuye un espacio de 350 metros cuadrados en un solo nivel y dos volúmenes interconectados. La primera sección se adapta a la firma diagonal de la calle y alberga el aparcamiento, la entrada, la cocina, la sala de instalaciones y los dormitorios de invitados.
El patio, centro de la vida
Por su parte, el segundo volumen se comunica con la primera sección a través de un área para desayunos y un patio triangular adosado a ella. Dicho patio permite la rotación a lo largo y ancho de la casa. La segunda sección acoge las zonas comunes, donde tienen lugar las reuniones familiares y donde se comparte el espacio con los invitados. Este volumen también cuenta con el dormitorio principal, que disfruta de excelentes vistas sobre el jardín y la piscina.
Fotografías: Patrick López Jaimes.