No hay que llamarse a engaño: esta casa, aunque construida para un programa de televisión, es una auténtica residencia de vacaciones proyectada y construida por el arquitecto ruso Peter Kostelov. Edificada en 2012, su superficie es bastante reducida: 100 metros cuadrados levantados sobre una finca de solo 71 metros cuadrados.
La casa se encuentra en Zenkino, un pueblo de la región rusa de Moscú, y es completamente
blanca. Y algo muy peculiar de su diseño: no tiene ni puertas ni ventanas.
La casa se diseñó para un programa de la televisión rusa en el cual los clientes y el arquitecto se reunieron en tan solo una ocasión para intercambiar opiniones, antes de que el profesional llevara a cabo el proyecto. Los clientes, en este caso, eran una familia que quería una dacha (casa de vacaciones) en la que poder hacer deporte y ejercicio, y al mismo tiempo tomar el sol y disfrutar de barbacoas y fiestas.
Los clientes solo pusieron un impedimento al arquitecto: no querían una cancha de baloncesto. Esto permitió a Kostelov diseñar la casa con toda la fantasía y la creatividad que quiso añadir a su proyecto. El edificio está completamente abierto al exterior, con persianas enrollables encastradas en las paredes que aportan cobijo cuando es necesario. Las tumbonas también forman parte de los muros y están colocadas a lo largo de una pequeña zona de solárium situada en un extremo de la vivienda. Un pequeño cubículo con un cubo de agua suspendido hace las veces de “ducha de exterior”, mientras que las barras fijadas a la pared que «esconde» el divertido balancín sirven como gimnasio básico. Bajo la terraza de la azotea se encuentran la cocina y el comedor, además de una ducha interior.