Este fantástico proyecto lleva por nombre Fishig Lodge (pabellón de pesca), pero la verdad es que con sus 290 metros cuadrados es bastante más que un pabellón. Diseñado por el estudio Simon Gill Architects, está situado en Bulgaria, a orillas del Lago Batak.
El lago se encuentra a unos 1400 metros de altitud, entre las faldas de las Montañas Rhodope, una cordillera situada en el sur de Bulgaria. La vivienda se adapta al complicado terreno dividiéndose en dos partes: una de ella está literalmente construida dentro de la ladera de una colina, mientras que la otra se alza formando una torre.
Una casa que destaca… Y desaparece
Las vistas de la casa incluyen el enorme lago y los cercanos bosques: plena naturaleza. La ciudad de Batak está a un tiro de piedra de la casa. El objetivo de los arquitectos fue, según sus propias palabras, crear un lugar encantado que reprodujera la belleza natural y la rica cultura de su entorno. La casa destaca sobre el panorama por su modernidad, pero al mismo tiempo se funde con él y con la tradición búlgara.
Fuentes y mesas originales
De esta manera, se consiguió reducir considerablemente el impacto visual de la residencia con la naturaleza circundante. La villa cuenta con una fuente en el centro de su espacio principal, destinada a que el visitante se refresque después de la ardua subida por la ladera. Como curiosidad, la casa tiene una mesa construida a partir de la propia estructura del edificio que ofrece fantásticas vistas sobre el lago.