El arquitecto Ferrán López Roca es el responsable de la espectacular rehabilitación de esta centenaria masía. La construcción se encuentra en la localidad de Villalonga de Ter, en la provincia de Girona. La idea principal del proyecto fue respetar las volumetrías del edificio y las pequeñas aberturas de la fachada, dejando como en origen los gruesos muros de piedra.
El proyecto contempló la rehabilitación de la casa principal y el cuerpo de vigía, que actualmente es el actual establo y en el que sí se abrieron nuevos huecos de fachada. Sin embargo, la verdad es que la intervención más importante ha tenido lugar en el interior con resultados espectaculares.
En uno de los espacios de la planta baja se encuentra la zona de diario: cocina, comedor, salón y dos baños. Las increíbles alturas de los techos alcanzan los 6,5 metros, creando espacios casi imposibles de abarcar que se han conservado en la reforma. La primera planta también cuenta con varias estancias abuhardilladas: dos enormes salas y el dormitorio principal.
Los paramentos o paredes exteriores de la casa se respetaron y conservaron como en origen, tal y como comentábamos al principio. Estas paredes están realizadas en piedra seca y barro, algo que chocaba frontalmente con los nuevos conceptos de salubridad y eficiencia energética. La solución fue trasdosar las paredes por dentro con yeso laminado y paneles aislantes. Las ventanas, por su parte, llevan ventanas practicables de hoja oculta Unicity de Technal con acristalamiento tipo espejo-antelio (acristalamiento de control solar-reflectante), que gracias a su mínimo perfil visto, permite que el conjunto siga mimetizándose con el entorno.
