Esta bella residencia está situada en medio de un olivar ubicado en la localidad de Morciano di Leuca (Italy). Su armónico y elegante diseño es obra del arquitecto Luca Zanaroli, que se inspiró sin duda en el entorno paisajístico para crear un proyecto perfectamente integrado en el medio natural.
De hecho, la intención del arquitecto fue mantener desde el principio la percepción que del lugar tiene el visitante, sin cambiar el aspecto natural del emplazamiento e intentando conservar la paleta de colores del paisaje. Y no cabe duda de que lo consiguió, acertando de pleno con el diseño.
Para conseguir este propósito hubo que escoger una ubicación adecuada (la construcción evitó derribar o cambiar de sitio ni un solo árbol), que además creara una relación armónica con el entorno. Para reducir el impacto visual del nuevo edificio, los volúmenes y materiales se calcularon con sumo cuidado. Por una parte, los volúmenes se dividieron en varios bloques que corresponden a los espacios funcionales de la vivienda, mientras que por otra cada zona individual se personalizó con materiales locales de uso tradicional, que literalmente se extrajeron del propio paraje.
Por ejemplo, las piedras que se sacaron en las excavaciones forman parte del vaso de la piscina, y parte de ellas se usaron para revestir los muros exteriores en combinación con un revoco blanco que crea un acabado elegante e intemporal. Otro de los espacios, cerrado con enormes paneles de vidrio, sirve como conexión con el jardín y el paraje y permite interactuar entre las zonas internas y externas de la casa.