Impresionante, tanto por su arquitectura de vanguardia como por el lugar sobre el que se alza. Así es esta vivienda contemporánea situada al borde del mar, y que se alza en la Isla de Aigina (Grecia). La casa ha sido diseñada por el arquitecto heleno Konstantinos Kontos y desde luego, no nos imaginamos un lugar mejor para despertarnos por las mañanas contemplando la inmensidad líquida y azul del mar.
Pero si por su parte frontal la vivienda contempla el agua, por su fachada trasera también disfruta de su frescor y sus reflejos. La piscina que se extiende tras la casa y a la que se puede acceder abriendo enormes paneles la convierte en una “isla dentro de la isla”, original y espectacular.
El diseño del edificio responde a un concepto sencillo de volúmenes rectos, rotos tan solo por las chimeneas que aparecen en uno de los extremos de la casa. Estos elementos son un guiño a la arquitectura tradicional, además de ser necesarios para la vivienda. La construcción está realizada en cemento en bruto, sin revestir, que aliándose con el azul profundo y el brillo del agua consigue un interesante contraste de texturas. La superficie de la fachada se prolonga en el exterior, sobre el terreno, formando a base de losas del mismo material la base para la terraza-solarium que disfruta de la piscina y de las vistas.
Pero si hay algo en esta casa que también la convierte en una vivienda muy especial, es la posibilidad que ofrecen las paredes de las fachadas frontal y posterior de abrirse casi por completo al panorama que circunda a la vivienda. De esta forma, las estancias interiores se convierten en zonas semicubiertas directamente comunicadas con la piscina y con el mar, de forma que desaparecen las barreras físicas y visuales entre exterior e interior. El magnífico clima del lugar posibilita el disfrute de estas estancias, convirtiendo a esta casa en un auténtico lujo.
