Ahora que el invierno se está acercando, muchos somos los que ya tenemos puesta la cabeza en las próximas vacaciones estivales, sobre todo al ver casas de verano como la que vamos a mostrarte a continuación. Y eso que no se encuentra en una zona cálida del planeta. Nos referimos al proyecto realizado por Tham & Videgård Arkitekter en Lagnö, un archipiélago de Estocolmo cuyo terreno natural se inclina suavemente hacia el mar, principalmente abierto y con algunos árboles y arbustos.
El proyecto consiste en una casa de 140 m2 que requiere muy poco mantenimiento, precisamente lo que querían sus propietarios. Pero además de poner esta condición, los propietarios pidieron que, estando en plena naturaleza, bordeando un lago entre árboles, la edificación también debería guardar una estética que se integrase en su paisaje circundante. El resultado es el siguiente.
Entre el bosque y la costa
Bajo estas premisas, Bolle Tham y Martin Videgård decidieron mantener la arquitectura de los techos inclinados típica de la región, aunque optando por materiales diferentes. Así, la madera fue sustituida por el hormigón, un material duradero y de poco mantenimiento que se integra a la perfección con el ambiente. Por otro lado, los volúmenes que integran la casa están colocados uno al lado del otro y forman una línea que clarifica su posición en el paisaje, justo en la frontera entre el bosque y la costa.
Un tono de calidez al hogar
En cuanto al interior, los arquitectos optaron por un espacio abierto que ofreciese vistas al lago en los diferentes espacios de vida. Así, el interior está pintado de blanco, con revestimientos de madera de fresno. Por otro lado, gracias a los techos inclinados se consiguen dividir los diferentes espacios en un plano abierto. También puedes observar como los paneles de madera traseros del interior, junto con el mobiliario escogido, aportan un tono de calidez al hogar.