Desde Estados Unidos nos trasladamos a Grecia para conocer la increíble restauración de una casa en la playa de Legrena, una pequeña población costera en Attica, en el sur de Grecia. El cliente pidió a los arquitectos del estudio Thymio Papayannis and Associates que restauraran una residencia de verano y su paisaje circundante en una zona con una singular belleza natural.
La casa original fue construida cincuenta años antes por el mismo estudio. En ese momento fue un ejemplo de la nueva arquitectura ecológica, ya que se trataba de una estructura semi-sumergida con techo verde incorporada a la zona costera. Sin embargo, las necesidades cambiantes de los propietarios y los daños que la residencia había sufrido, hicieron necesario su rediseño. ¿Quieres conocer el resultado?
El mismo objetivo de siempre
Desde un principio, el objetivo fue el mismo que medio siglo antes, es decir, respetar la zona, reducir la huella ecológica, incorporar los nuevos requisitos del medioambiente y dar continuidad entre lo construido y el espacio natural.
Reducción de la percepción de superficie construida
Así, el área principal fue modificado radicalmente, aunque manteniendo su incorporación al cerro y su escala, situada alrededor de un patio, un área libre protegida e introvertida que garantiza el enfriamiento natural. Por su parte, la zona de los huéspedes, sumergida, se separa del edificio principal, gracias a la intervención de una colina artificial, que completa la natural. De esta manera se reduce la percepción de superficie construida y amplia la vista frontal hacia el mar.
Integración del interior y exterior
Por último, hay que destacar las grandes aberturas de suelo y techo, que contribuyen a la integración del interior y exterior, algo que también se ha hace posible gracias a las simples líneas, los gruesos materiales naturales, los colores tierra, las plantas apropiadas, el paisajismo de los alrededores y la iluminación arquitectónica suave.
Fotografías: © Charalampos Louizidis