Esta bella construcción en la que el cemento, el cristal y las carpinterías de madera son los protagonistas fundamentales se encuentra en uno de los parajes más espectaculares, salvajes y lejanos del planeta: la cordillera del Himalaya. La vivienda es un proyecto del estudio de arquitectura Rajiv Saini & Associates, a quienes los propietarios de la misma contrataron para que diseñaran una casa de vacaciones y fines de semana a la que acudir desde Delhi, su residencia habitual.
La finca abarca toda una colina que se encuentra situada cerca de la ciudad de Kasauli, en medio de las míticas montañas y a unas dos horas en coche de Chandigarh, la famosa ciudad remodelada por Le Corbusier.
La construcción tenía que ser edificada sobre un terreno muy limitado, en el cual el cliente necesitaba levantar una vivienda de cuatro dormitorios. Lo que el estudio de arquitectura quiso evitar desde el primer momento fue construir una mole de dos plantas o más, que rompiese con el entorno natural. Así que lo que se plantearon la idea de crear un ala que discurriese por la ladera este de la colina y otra por la oeste, escalonadas de manera que la cubierta de la cara oeste fuese también una terraza para la fachada oriental.
En la pequeña zona que comunica y superpone ambos volúmenes se habilitó una práctica escalera. De esta forma, según se asciende en coche hacia la casa lo primero que se ve es la construcción oriental sobrevolando la ladera; y después, poco a poco va apareciendo la parte más occidental. La estructura de la casa está crear a base de planos de cemento inclinados, cubiertos por un tejado “plegado” inspirado en el arte del origami japonés.
Fotografías: Sebastian Zachariah.
