La playa de Chihuahua en Uruguay es la ubicación elegida para instalar esta casa, que está situada sobre una altura de diez metros con la que se ha conseguido las mejores vistas al mar para lo que se han empleado vigas y columnas, entre otros elementos, para facilitar la convivencia de la vivienda con la duna y la playa.
Exterior
La casa, que ha sido realizada por los arquitectos Colle-Croce y Mariana Kusenier, se basa en una estructura de columnas, vigas y losas de hormigón armado, estructura que ha facilitado la elevación de la vivienda en diez metros sobre el nivel del mar.
Con esta altitud, los arquitectos han conseguido proporcionar a la casa las mejores vistas a la playa, aparte de favorecerse la acción del viento sobre los bancos de arena, de manera que no se produce ninguna interferencia con la duna.
De acuerdo con los datos del proyecto, sobre esta vivienda se han puesto dos volúmenes compactos articulados por expansiones. Estos dos volúmenes tienen la ventaja de que la casa puede utilizarse de forma independiente y que tanto los huéspedes como la familia que viva de habitualmente en la vivienda tienen la opción de disfrutar de intimidad o bien juntarse en momentos del día.
Interiores
Estos dos volúmenes albergan diferentes estancias. La zona de mayores dimensiones es donde se ha instalado el salón y cocina que se abre a una terraza a modo de mirador hacia el mar, permitiendo que se vean vistas hacia la Punta Ballena y sobre Piriápolis y la zona norte con la puesta de sol. Esta parte de la vivienda se completa con otras estancias como dos dormitorios y baños.
En la zona de menores dimensiones se ha ubicado el pabellón de huéspedes. Según se puede ver en las fotos de Javier Agustín Rojas, se ha dispuesto un área para salón, así como dos dormitorios y baños y otra terraza.