Es poco habitual encontrarse con casas de hormigón en plena playa, pero el propietario de la vivienda que veremos hoy tenía muy claro el lugar en el que quería ubicarla, así como el material que se emplearía para su apariencia física, ya que buscaba que perdurara para siempre. Así se lo hizo saber a la arquitecta María Inés Denevi, quien cumplió al 100% con las expectativas de su cliente.
Esta casa se encuentra en una zona con algo de pendiente, lo que provoca que vista desde la playa dé la sensación de que surge de la arena. En su exterior cuenta con diferentes terrazas y pasarelas que permiten a sus dueños disfrutar del sol desde varios ángulos, así como también está dotada de un saliente acristalado que ofrece más luminosidad y sensación de libertad.
El interior
El interior de esta vivienda es corrido, eliminando así la presencia de las paredes. Esto provoca que la luz natural se aproveche en todas las estancias, las cuales se dividen visualmente con columnas y carpintería de madera. Esta apariencia de loftse establece básicamente en la planta principal en la que se encuentran la cocina, el comedor, el estudio y espacios de ocio. Los dormitorios y baños están en la planta superior y sí que se muestran cerrados por cuestiones de intimidad.
Luminosidad y amplitud
Dado que el dueño eligió el hormigón como estética principal, en esta construcción se renunció por completo al concepto de casa de cristal, así que sus paredes muestran grandes ventanales que favorecen la entrada de la luz solar y las corrientes. Las puertas de acceso a los decks también son grandes cristaleras, por lo que en algunos tramos se puede disfrutar de ventilación cruzada. El tejado de algunas zonas aprovecha la bajada para incorporar velux.