Esta sencilla y al mismo tiempo imponente casa se encuentra en Utah (Estados Unidos), y ha sido terminada de edificar el pasado año 2012. A partir de un proyecto diseñado por el estudio de arquitectura Imbue Design, la vivienda surge como el lugar encantado que los propietarios deseaban para poder reunirse con sus familiares y amigos.
Sin embargo, los posibles invitados deben saber que todas las habitaciones están orientadas al este, de forma que en lugar de un despertador, el encargado de dar los buenos días a los durmientes es el sol de la mañana.
Espacios amplios
Situada en las afueras de Salt Lake City, la casa se alza en una finca boscosa y cuenta con una superficie útil de unos 300 metros cuadrados. Espacio de sobra para llevar a cabo todas las actividades, de forma confortable e independiente. Para este fin, el edificio adopta una forma sencilla y compacta, con el gran volumen superior surgiendo hacia el este de manera muy llamativa. El interior de la planta baja es un planteamiento abierto que permite dar cabida a las actividades familiares, extendiéndose además hacia la gran terraza exterior.
Un voladizo que cubre el patio
El volumen superior, por su parte, acoge los espacios privados y las habitaciones. El voladizo que crea su enorme masa sirve también como cubierta para el patio exterior. Además de recibir el sol de la mañana, las habitaciones también disfrutan de magníficas vistas de las Wasatch Mountains. La casa está especialmente diseñada para acoger invitados y disfrutar de la compañía de los seres queridos; además, cuenta con sistema de climatización ecológica a través de suelo radiante, alimentado por energía geotérmica. También dispone de un equipo de ventilación y recuperación del calor que mantiene el aire caliente en movimiento, distribuyéndolo por todos los espacios.