Esta casa responde al curioso nombre de 10 Degrees House (casa 10 grados), que viene dado por la ingeniosa configuración del edificio, necesaria para adaptar la vivienda a una finca especialmente estrecha y complicada dentro de un presupuesto muy ajustado. El proyecto es obra del estudio norteamericano Öweler + Yoon Architecture, que este año ha recibido el AUDI Urban Future Award 2012 por su proyecto destinado a interconectar los medios de transporte entre las ciudades norteamericanas de Boston y Washington.
La casa se encuentra en Arlington, Virginia, y además de su peculiar configuración también goza de espacios especialmente interesantes, como su relajante patio interior.
La finca muestra un desnivel notable, por lo que fue necesario “dividir” la casa en dos bloques comunicados, de forma que la construcción crea un ángulo de 10 grados que da nombre al proyecto. Este ángulo abre un espacio destinado a acoger un patio lateral, que queda convenientemente aislado del exterior y proporciona a los habitantes de la casa una zona privada e invisible desde la calle. Además, este ”hueco” también aporta luz natural al interior.
La inclinación de la propiedad generó la oportunidad de diseñar una planta sótano diáfana que se conecta con el exterior, así como dos semi-plantas superiores y una habitación extra sobre el garaje. El cálido brillo del interior crea un interesante contraste con los paneles de cemento que revisten la fachada de la residencia. Por otra parte, una barandilla de aluminio delimita y cierra la finca, protegiendo de miradas indiscretas el patio pavimentado con piedras que acoge un arce japonés y los delicados estanques en los que resuena una cascada de agua.