Tomando como punto de partida una casa de montaña de 1800, el estudio de arquitectura Savioz Fabrizzi Architecte realizó en el año 2005 una rehabilitación integral para convertirla en una residencia contemporánea. La piedra de la estructura armoniza a las mil maravillas con los interiores de cemento y hormigón. ¿El resultado? Una casa que se integra en el paisaje.
Está en Chamonson, Suiza, inmersa entre montañas. Su espíritu rústico se deja sentir en cada rincón, sin perder por ello ni un ápice de modernidad. Es, además, una casa sostenible equipada con paneles solares que cubren aproximadamente el 35% de las necesidades anuales de calefacción y agua caliente. Una construcción del siglo XXI con todo el sabor de antaño.
De piedra, por dentro y por fuera
A la hora de rediseñar esta casa de campo, uno de los aspectos que los arquitectos tuvieron muy en cuenta fue que el interior armonizase totalmente con el exterior, de forma que optaron por materiales minerales como el hormigón, en analogía con la piedra de la estructura.
Las fachadas de piedra se conservaron, y sólo fueron revestidas por el interior con una capa de hormigón para aislarlas y hacerlas más resistentes. En el interior quisieron mantener también ese aspecto rotundo y fuerte, por lo que continuaron con materiales acordes: piedra natural, hormigón y cemento pulido.
Se conservaron las ventanas que tenía la construcción y se abrieron nuevos vanos para dotar de más luz natural a los interiores y permitir la contemplación del paisaje.