Aunque Nueva York es la ciudad que asociamos sin duda con los lofts más impresionantes, la tendencia de arquitectos e interioristas con respecto a la recuperación de estos espacios ha llegado a todas las ciudades del mundo. En Viena, el estudio Lakonis Architekten ha recuperado un espectacular ático situado en un edificio antiguo para crear un loft diáfano, contemporáneo y con acabados y materiales plenos de modernidad.
El loft ocupa las dos últimas plantas de un edificio situado en el casco antiguo. El estudio consiguió renovar el espacio con un proyecto vanguardista, pero respetando en todo momento las necesidades históricas de la estructura.
Desde el exterior todo lo que vemos a primera vista es un edificio clásico y elegante; pero si nos fijamos, podemos distinguir una estructura en la última planta construida con hormigón, acero, madera y cristal. Si el exterior es impresionante, como podemos ver en la fotografía superior, nada tienen que envidiarle las estancias interiores, donde se ha respetado la sencillez de líneas y colores para favorecer la iluminación natural y no saturar los espacios.
En el recibidor hay una curiosa “pared de libros”: una biblioteca encastrada en un muro, a modo de hornacina, que asegura el aprovechamiento máximo de los espacios. El hormigón ha sido el material escogido para paredes, suelos y techos dentro del loft, con la idea de refrescar los interiores (no hay que olvidar que nos encontramos en un ático, con el recalentamiento que eso supone). Las hileras de ventanales enfrentados también aportan ventilación cruzada. Además, el inmueble cuenta con una cocina con forma de cubo a dos niveles y claraboyas en el techo, mientras que la escalera conduce a la espaciosa azotea aterrazada. Para terminar, el baño está revestido con piedra caliza e iluminado con focos de techo que recuerdan a los clásicos lucernarios.
Fotografías: Hertha Hurnaus.
