La reforma que convirtió un triste bungalow que miraba hacia su propio interior, levantado a mediados del siglo XX, en esta preciosa casa contemporánea que es todo un homenaje a la luz, se ha conseguido gracias al magnífico proyecto llevado a cabo por el estudio CplusC Architectural Workshop. La casa se encuentra en la ciudad de Sidney (Australia), y su estilo es muy característico de las elegantes creaciones de este estudio de arquitectura.
La casa es de gran tamaño: solo de planta tiene 237 metros cuadrados de superficie. Su nombre es Castlecrag Residence, y además de la superficie construida también tiene a su alrededor una finca ajardinada y una piscina que se extiende frente a la fachada principal.
La naturaleza entra dentro de la casa gracias a la remodelación del edificio: así, las estancias han ganado en vistas y luz natural. En el interior, la cocina es el centro neurálgico alrededor del cual se articula la vida de los habitantes de la casa. Este espacio cuenta con puertas correderas de madera que desaparecen como por arte de magia por detrás de las paredes, construidas con ladrillos recuperados del viejo bungalow.
Así, el espacio queda comunicado con una gran sala exterior formada por dos volúmenes que permite disfrutar cómodamente del jardín y la piscina. La planificación espacial de la vivienda ubica los dormitorios en la planta superior, mientras que las zonas comunes se encuentran en la planta baja. La escalera minimalista comunica estos espacios y lleva la calidez natural de la madera al centro de la vivienda.
