Las curvas las tiene en uno de sus flancos, mientras que por otra de sus fachadas son las armonías entre horizontales y verticales las que generan la gran belleza de que presume esta mansión australiana. Su gran tamaño, fantástica terraza y dinámico diseño la han convertido en un icono del enclave en el que se encuentra.
Su nombre es The Hill House y es obra del estudio Rachcoff Velle Architecture. La casa se alza en Melbourne, y las vistas sobre la costa de que disfruta son solo una de sus muchos atractivos.
Vistas panorámicas
Los arquitectos responsables del proyecto quisieron crear un espacio vital que reflejase a la perfección el entorno que rodea a la casa, donde la sal marina y las brisas costeras crean un entorno muy especial. Por su parte, los clientes deseaban tener una vivienda elegante y cómoda, que disfrutase de vistas panorámicas y donde poder recrearse en la sensación de tener la playa a tan solo unos pasos.
Dos volúmenes con distinto espíritu
La construcción se alza sobre una colina (que le da nombre: hill significa colina en inglés), y este emplazamiento es el que posibilita a sus habitantes disfrutar en todo momento de panorámicas inmejorables. La vivienda se divide en dos volúmenes: uno es sencillo y rectilíneo, mientras que el otro es más lúdico gracias a las curvas que le dan forma. Los ambientes son elegantes, diáfanos y poco atestados de objetos, con un punto minimalista y una eficaz transición entre el interior y el exterior.