Casa inspirada en una ciudad


En la localidad francesa de Yvelines, a menos de media hora de París en coche, se encuentra esta preciosa casa cuya originalidad no está reñida en absoluto con la excelencia arquitectónica. En realidad no se trata de una casa independiente, sino que es una ampliación de una estructura antigua que data del siglo XVIII. El proyecto corrió a cargo del estudio Christian Pottgiesser Architectures Possible, y la casa se edificó en el año 2011.

La finca de 5000 metros cuadrados, plagada de árboles centenarios, requería un proyecto que permitiera conservar el entorno natural intacto al tiempo que proporcionara a los propietarios espacio suficiente para toda la familia.


La casa cuenta con una superficie de 870 metros cuadrados y su nombre es Maison L. El punto de partida del diseño fue el bloque de paredes de piedra sin forma definida que se emplaza directamente sobre el terreno, y donde se encuentran las zonas comunes y de estar. Las normativas locales exigían que en las fincas se construyera tan solo un edificio, así que mediante el proyectado de los cinco volúmenes-torre que surgen del bloque principal de esta casa los arquitectos consiguieron adaptarse a ellas.


Cada “torre” contiene un dormitorio en la segunda planta, un baño en el primer nivel y un vestidor con espacio para el almacenaje en la planta baja. La vivienda y el entorno natural están íntimamente relacionados, y los límites entre ambos se diluyen. La fachada sudeste emerge de una compleja topografía formada por la casa y el paisaje. Delante de cada entrada se han dispuesto ondulaciones de tierra que mezclan eficazmente la construcción con la naturaleza.

Fotografías: George Dupin.

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