Muchas de las casas que aparecen en Decoarq son proyectos destinados a hacernos soñar y suspirar, ya que nos parecen inalcanzables… Y lo son para la mayoría de nosotros. Por eso, a veces agradecemos ver viviendas como la Casa E3, diseñada por la arquitecta Natalie Dionne junto con su marido, para crear una casa que realmente permite vivir en ella y disfrutar de un ambiente familiar, sin renunciar a un estilo completamente vanguardista.
La casa E3 se encuentra en Montreal (Canadá) y se ha terminado de construir en el año 2012. Con una superficie total de 300 metros cuadrados, sus interiores son casi monacales en cuanto a decoración, pero también muy elegantes.
La vivienda se ha estructurado mediante un concepto de múltiples niveles, con el objeto de sacar el máximo partido a la luz y al espacio. Así, el proyecto crea una casa que es al mismo tiempo un lugar para vivir, para crear y para reunirse. El barrio en el que se ubica está lleno de vida y actividad, y la familia propietaria de la casa quería que su vivienda se alzara en él, un lugar al que se sienten muy unido.
La orientación de la finca inspiró el diseño de la vivienda en distintos niveles, mientras que el aspecto exterior forma un paralelepípedo sencillo pero muy llamativo al mismo tiempo, sobre todo en la fachada principal, donde el protagonismo es para el gran retranqueado de la entrada, a la izquierda. En el interior, los pisos están organizados alrededor del patio central que divide la casa en dos volúmenes, frontal y trasero: la escalera, coronada por un lucernario, conecta los distintos niveles entre sí.
Fotografías: Marc Cramer.