Un panorama salvaje y espectacular, tan remoto como impresionante, ha servido de base a esta sencilla y minimalista cabaña de vacaciones que se alza sobre Vanderhaugen (Noruega), un punto en la boca del fiordo de Grøttingen, en la península Fosen. Da la sensación de que los volúmenes que conforman la pequeña vivienda se encuentran en el fin del mundo conocido, y de esta manera se benefician de unas vistas que pueden calificarse como insuperables.
El moderno diseño de la cabaña se debe al estudio de arquitectura concede en Oslo Fantastic Norway AS, que han creado un refugio en blanco y negro y de líneas singularmente rectas, a 35 metros en picado sobre el nivel del mar.
Desafiando al mar
Los arquitectos señalaban, a propósito de su proyecto, que la vivienda se alza en una pose similar al de un zorro de montaña que se alza frente al viento. El cuerpo principal de la cabaña descansa junto a una cordillera montañosa, abrazando la roca pulida que se encuentra en el extremo de la finca. Hay también un pequeño anexo que da lugar a un atrio, y que protege a los espacios exteriores del frío y del viento.
Una cubierta que se vuelve fachada
Para que la cabaña cuente con la máxima protección frente a la climatología, la cubierta de color negro se dobla como si fuera de cartulina y se convierte en un recubrimiento para la fachada, de forma que la mantiene aislada del viento en las zonas más expuestas. Junto a la entrada y las zonas habitables, las paredes oscuras y rugosas se sustituyen por un agradable y elegante revestimiento blanco liso.
Fotografías: Fantastic Norway AS.