Mork-Ulnes fueron los arquitectos encargados del proyecto Mylla, una vivienda de madera muy acogedora que se ubica en un bosque al norte de Oslo (Noruega). Se apostó por esta ubicación ya que está cerca de la capital y permite practicar esquí de fondo y pesca. Aquí vive un geólogo y su familia. La casa tiene tiene 84 metros cuadrados, está asentada en la cima de una colina e integrada en el paisaje que puede disfrutarse a su alrededor.
Rompe el diseño de construcción de cabaña rectangular tradicional y enmarca cuatro vistas diferentes: el lago, la ladera, el bosque y el cielo. Está revestida de pino sin tratar y en ella encontramos patios al aire libre protegidos del viento y de la nieve. A continuación la conocemos con más detalle.
El proyecto
Cuando se comenzó el proyecto los dueños de esta casa pidieron que tuviera tres dormitorios (uno con litera para niños), dos baños, una sauna para dos personas y un anexo para poder guardar los esquís y las bicicletas. Y que el interior y el exterior estuvieran conectados.
La distribución
La casa está concebida de manera que se fomenta la sensación de apertura y se mantiene la privacidad. Cada habitación dispone de dos puertas de acceso para evitar que haya espacios sin salida. Cuando quedan abiertas (están hechas de la misma madera que el suelo y las paredes), quedan sumergidas dentro de la propia pared y parece que desaparecen, lo que favorece esa fluidez visual y espacial.
Galería de fotos
Para que el interior de esta casa fuese luminoso y cálido se utilizado madera de pino tratada con aceite blanco y lejía. Los muebles son de contrachapado y totalmente personalizados, tanto las camas como el sofá, las estanterías o la mesa del comedor, entre otros.
Disfruta de este paseo gracias a las fotografías de Bruce Damonte.