Todo un despliegue de armonía y sencillez: así es esta preciosa casa de playa, ubicada en la localidad de Bridgehampton, Nueva York. Su nombre es Surfside House y fue proyectada por el estudio norteamericano Stelle Architects, de forma que su simplicidad formal permitiera a la construcción integrarse en el paisaje, sin llamar excesivamente la atención.
Sin embargo, dentro de su bien aprovechado espacio encontramos todo lo necesario para disfrutar a tope del enclave. A los pies de la casa hay incluso una piscina con su terraza de madera, situada en medio de la rústica vegetación costera, delante de la construcción.
Madera y aluminio
La arquitectura y la naturaleza, de este modo, quedan perfectamente integradas en este pequeño edificio lleno de luz natural, que disfruta de las mejores vistas que podamos imaginar del océano. La construcción, de tipo modular y que recuerda a un vagón de tren o un contenedor, incluye una zona para invitados, un garaje y una vivienda de dos plantas. Los volúmenes se han revestido con dos materiales básicos: tablas de cedro amarillo de Alaska dispuestas en lamas horizontales, y ventanas con carpintería de aluminio anodizado.
Vegetación autóctona en el jardín
El entorno se recuperó después de levantar la construcción con plantas autóctonas, que pueblan las dunas con total naturalidad. La piscina, rodeada de la terraza-solarium de madera, está llena de agua libre de cloro. La casa remodelada y la nueva vivienda de invitados llevan también sistemas de climatización alimentados con energía geotérmica, así como paneles fotovoltaicos. La vivienda se alza sobre una especie de pedestal revestido de planchas metálicas, que forman un pasaje que comunica la parte posterior de la casa con la magnífica playa de arena blanca.
Fotografías: Jeff Heatley, Eric Piasecki.