Tan hermosa como las vistas que se vislumbran desde sus amplios ventanales, esta vivienda edificada en Vaucluse (Sídney, Australia) se ha terminado de edificar en el año 2012. Diseñada por el estudio Edward Szewczyk Architects, la casa disfruta de una gran cantidad de luz natural que aprovecha convenientemente gracias a sus paredes acristaladas.
Formada por tres plantas cubiertas con una azotea con terraza incorporada, el resultado es una arquitectura vanguardista llena de ligereza y equilibro.
Al contrario que lo que sucede en otras de las casas vecinas, en esta vivienda parte de las zonas exteriores se encuentran en la parte frontal de la casa y por encima del nivel de la calle, en lugar de encontrarse en la parte trasera, ocultas por altas vallas. Por otra parte, la composición del jardín posterior (que también lo hay) se articula alrededor de un gran árbol que acoge familias de pájaros y crea caprichosos juegos de colores, luces y sombras.
La zona común principal se encuentra en la planta baja y se beneficia tanto de las vistas sobre el puerto de la fachada norte, como del espectáculo íntimo del árbol. En el exterior, las planchas de piedra arenisca dominan el jardín; dichas planchas se convierten en losas mucho más finas en el pavimento interior de la casa. El uso de la madera en los revestimientos internos equilibra los acabados en piedra y los revestimientos de metal de la terraza de la azotea y del dormitorio principal. Para terminar de embellecer la casa, una preciosa piscina se extiende ante su fachada, creando una bella armonía con su color azul claro frente a la casa.
Fotografías: Justin Alexander.