Esta vivienda es tan hermosa como el panorama que se divisa desde sus fachadas de cristal. Realizada según el proyecto diseñado por el estudio norteamericano Lawrence Architecture, la casa se levanta en el distrito oeste de Seattle, Washington (Estados Unidos). La vivienda tiene una superficie de unos 350 metros cuadrados, a los que se les añaden los 85 metros cuadrados del garaje adosado.
Los materiales empleados para esta impresionante construcción son el acero, el cemento y el cristal. Si el exterior recuerda a un invernadero futurista por la profusión de vidrio, el interior es todo un despliegue de estilo industrial chic.
En realidad, la fachada de cristal no es sino el envolvente de un volumen de cemento que engloba las estancias más privadas para proporcionar la deseada intimidad a sus ocupantes. La entrada y las zonas comunes se sitúan entre la fachada acristalada y el pabellón de cemento para poder aprovechar al máximo las privilegiadas vistas sobre el mar que proporciona la finca.
La estructura interna de esta amplia zona se sustenta mediante una estructura de vigas y montantes de acero vistos, que soportan altillos en la parte alta que configuran otras estancias. La ligereza visual de esta estructura contrasta con las poderosas paredes de cemento visto o revestidas de planchas de acero, como es el caso del cuarto de baño. Las paredes exteriores de cristal se pueden plegar para difuminar la ruptura exterior-interior de las estancias, mientras que el pavimento de cemento pulido aporta continuidad visual a los espacios.
Fotografías: Benjamin Benschneider.