La belleza de esta vivienda viene dada por dos características: el paraje donde se encuentra, lleno de impresionante espectacularidad salvaje, y su construcción a base de líneas quebradas y mezcla de materiales. Madera deslavada, piedra natural y paneles de vidrio se mezclan sin chocar en esta casa, ubicada en la costa de Vestfold (sur de Noruega). El proyecto fue relizado por el estudio Vigsnæs AS Architects, que sacó un indudable partido de las enormes rocas naturales que jalonan la costa.
La casa Vestfold2 tiene una superficie total de 300 metros cuadrados y está destinada a uso vacacional. Se terminó de edificar en el año 2009.
Esta vivienda reemplaza a un antiguo edificio situado en la finca, y para poderse levantar hubo que ajustarse a las condiciones de la casa original: planta, altura, materiales y colores. La residencia y las terrazas están construidas aprovechando parte de las paredes de piedra originales, mientras que los nuevos paramentos han sido edificados con piedras de la zona. El largo volumen de baja altura se corta dramáticamente en el interior, para crear zonas de exterior protegidas frente al viento y envueltas por el propio edificio.
Estos cortes también rebajan la escala de la construcción y, junto con variaciones puntuales de la sección, se adaptan al entorno natural formado por el acantilado rocoso. En la zona externa se extienden las terrazas y la preciosa piscina desbordante, con barandilla de vidrio templado que protege a los usuarios del viento y da seguridad, pero al mismo tiempo permite disfrutar al máximo de las vistas sobre el mar.
Fotografías: Nils Petter Dale.