Bodegas Chateau Blanc: un proyecto futurista


En la región francesa de Saint Emilion se encuentra este proyecto que ha creado una de las bodegas más interesantes de la actualidad en lo que a arquitectura se refiere. Son las instalaciones dedicadas a la producción del vino Chateau Cheval Blanc, cuyo proyecto es obra del arquitecto Christian de Portzamparc.

El edificio, de ondulada y sencilla concepción futurista, se encuentra inmerso en medio de un verde viñedo y da la sensación de ser una colina o montículo blanco que amplía y complementa al antiguo château. Algo así como un jardín flotante o una vela, que se ondula bajo la brisa…


La airosa ligereza de esta construcción se ha conseguido mediante un discreto efecto de voladizo, que da la sensación de crear un movimiento pendular, a un tiempo dinámico y elegante. La geometría de las superficies curvas y su estructura “mutable” realizada en cemento blanco se combinan con el ambiente que rodea al edificio: un insuperable entorno rural, en el cual la luz natural desciende suavemente hasta introducirse en los resquicios de la blanca estructura.


La bodega ha sido concebida en su diseño como un lugar de concentración, casi podríamos decir de meditación, y sin embargo está abierta y conectada con el entorno de forma que es permeable a la luz del sol y a la bienvenida de visitantes y trabajadores. La ausencia de líneas superfluas contribuye a la perfección del diseño, al mismo tiempo que la tecnología con que cuenta el edificio también está reducida a elementos funcionales, sin ostentación ni elementos básicamente necesarios.

Fotografías: Gerard Uferas y Erick Saillet.

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