El estudio Andrew Maynard Architects fue el responsable del proyecto que dio lugar a esta originalísima vivienda, ubicada en Australia. La idea era fundir los conceptos de “casa” y “colina” creando algo nuevo, vivo y diferente, con un sentido profundamente lúdico. La finca en la que se levanta este moderno edificio está orientada al norte, y al principio la zona exterior de la vivienda (el patio trasero) estaba permanentemente sumido en la sombra.
En los años 90 se añadió una ampliación de dos plantas que fue lo que hizo que la exposición solar disminuyera considerablemente. A la hora de volver a plantear la casa, arquitectos decidieron empezar por el principio creando una vivienda completamente nueva. Es la Hill House (casa colina), una mezcla entre arquitectura moderna y naturaleza artificial.
Luz y calor natural
De esta manera, en el límite posterior de la casa se levantó una nueva estructura sobre el patio trasero. Esta edificación recibe toda la luz solar, acumulándola como si fuera una calefacción natural y aprovechando la iluminación diurna. La nueva estructura queda enfrentada con la vivienda original, y el patio se convierte de esta manera en el centro de todo el conjunto, que lo rodea y acoge.
Un tobogán bajo el sol
El viejo edificio pasó a ser “la casa de los niños”, y el resto de las estancias corresponden a la nueva construcción. La fachada de este nuevo bloque recibe ahora todo el sol, y de esta forma, el estudio se planteó aprovechar esta característica dotándola de alguna instalación en la que poder disfrutar de la luz. Tras desechar algunas ideas, como colocar un asiento corrido o una escalinata, al final se decidió crear un “tobogán” de césped artificial… Y así nació la “Casa Colina”.
Fotografías: Nic Granleese.
