Situada en la costa sur de Escania, Suecia, esta bella casa de madera respira simplicidad, elegancia y armonía por los cuatro costados. La vivienda fue construida en el año 2010 a partir del proyecto ideado por el estudio sueco Johan Sundberg Arkitectur, y se encuentra justo frente al mar, sobre un promontorio elevado. De esta manera, la ubicación sirve como “pedestal” desde el cual la casa disfruta de magníficas vistas sobre el océano y la naturaleza circundante.
La forma de la planta acentúa la conexión con la naturaleza: el edificio se divide en dos alas emplazadas de forma que hacen un ligero ángulo, desde el cual se enmarcan las vistas. Además, esta disposición también bloquea las corrientes de aire y la incidencia del viento, al tiempo que permite la intimidad y la privacidad de los habitantes de la casa al cortar las vistas desde las casas vecinas.
La terraza se dispone a lo largo del envolvente de cristal, y está protegida por un voladizo que permite disfrutar de ella también cuando el tiempo es más fresco, mientras que protege a las personas de los ratos solares. Todo el exterior de la casa ha sido revestido con planchas de arce siberiano y decorado con detalles de zinc color antracita.
El marco metálico que soporta las planchas está fijado a unas vigas de acero escondidas que permiten generar vanos y aberturas muy amplios. Una placa de acero revestida de tablas aislantes protege el material del aire salado del mar, mientras que las carpinterías de aluminio de las ventanas están tratadas para resistir la estancia a la intemperie y las duras condiciones climáticas.
Fotografías: © Kasper Dudzik.
