De las bellas calles de París, donde ayer contemplamos un taller reconvertido en un bello apartamento, nos trasladamos a Manhattan, ciudad en la que hemos descubierto un micro-loft encantador. Creado por Specht Harpam Architectts, este diminuto loft concentra todo el sabor neoyorquino en tan solo 40 metros cuadrados.
Cuando el estudio de arquitectura se encontró con este apartamento distribuido en tres plantas con paredes enladrilladas propias de un edifio antigio poco tenía que ver con lo que podemos contemplar hoy. Ahora, el edificio está separado por “plataformas para la vida”, cada una de ellas en una planta, con el objetivo de mantener espacios abiertos pero funcionales al mismo tiempo.
Los tres niveles en 7,3 metros de altura
Estos tres niveles han sido posibles gracias a los cerca de 7,3 metros de altura. Así, la planta baja se ha reservado para los espacios destinados a la vida diaria, albergando el comedor-sala de estar, la cocina y el baño. Bajando la escalera se ha dispuesto un espacio de almacenamiento y en la planta intermedia podemos encontrar una cama. Por su parte, la terraza se concibe como un espacio de ocio al aire libre.
El baño
Como puedes ver en las imágenes, el baño se encuentra escondido bajo la escalera, como si fuera un armario. De esta manera, se integra dentro de la vivienda sin restarle protagonismo al resto de espacios. Por supuesto, el interior se ha diseñado de una forma muy sencilla, dando protagonismo a las líneas rectas y utilizando una paleta de dos colores: la madera en suelos y parte del mobiliario y el blanco en paredes y techos.
Sensación de amplitud visual
Como puedes comprobar, todos los elementos han sido cuidadosamente ubicados para transmitir una sensación de amplitud visual.
¿Te ha gustado este pequeño loft de Manhattan?