Elegante y armoniosa: así es esta rehabilitación de una antigua ruina de piedra ubicada en la localidad escocesa de Dingwall. En origen, la finca contenía los restos de una antigua edificación rural realizada en piedra de mampostería, que daba pocas esperanzas de poder convertirse de nuevo en una vivienda…
Nada más lejos de la realidad. Gracias a la acertada intervención del estudio escocés Rural Design Architects, la centenaria ruina ha vuelto a la vida de la forma más contemporánea posible, conservando su antiguo encanto al tiempo que se combina con nuevos volúmenes perfectamente integrados en el diseño.
La vivienda tiene una superficie total de 371 metros cuadrados y combina las antiguas paredes de piedra, sólidas y resistentes, con nuevas ampliaciones realizadas sobre todo en madera y cristal. Lo más llamativo de esta inteligente rehabilitación es la habilidad de los arquitectos para fundir vanguardia y modernidad en una nueva edificación, que no teniendo nada que ver con el antiguo estilo de las construcciones escocesas, sabe fundirse perfectamente con la tradición de forma que ningún elemento nuevo “chirría” en la vivienda.
La construcción de origen era un molino cuyas sólidas paredes exteriores albergan ahora una vivienda. Gracias a las nuevas estructuras de madera y enormes ventanales, la casa ha recuperado altura y permite disfrutar de magníficas vistas del entorno. Por su parte, todas las estancias interiores de la planta baja se articulan alrededor de un patio interior, que con la rehabilitación se ha convertido en el punto de mayor interés de la vivienda, en torno al cual giran las actividades y la vida cotidiana de sus habitantes.