Diseñada por el estudio Devolder Architecten y edificada en la localidad de Kortrijk (Bélgica), esta casa fue construida en el año 2010 y cuenta con una superficie de 432 metros cuadrados. Inspirándose en los grandes árboles que la rodean, el estudio ideó esta vivienda como una caja de madera, cuya sencillez formal aporta una serie de complejas soluciones destinadas a hacer más fácil y cómoda la vida de sus habitantes.
Bajo la mencionada “caja” se ha tendido una solera de cemento, que tiene distintas alturas para poder salvar los desniveles del terreno y crear una superficie lisa para la vivienda.
De nuevo encontramos el hormigón en una serie de paramentos dentro de la casa: forma parte de una de las fachadas, de un murete destinado a los buzones y del marco que rodea al garaje. Otro material que aparece en distintos puntos es la chapa de acero cortén oxidado, que por ejemplo podemos ver en la pequeña escalera exterior, en los marcos de las ventanas proyectantes, la puerta del garaje y el buzón.
Si por el exterior la casa da sensación de privacidad (sensación engañosa por otra parte, ya que las paredes de madera cuentan con celosías que dejan pasar la luz por todos sus puntos), el interior es blanco, brillante y lleno de luz. Las grandes ventanas que rodean a la casa permiten el contacto de los espacios con la naturaleza y el jardín. El jardín en sí ha sido concebido como una prolongación de los campos que rodean a la finca. La vivienda cuenta también con un espacio destinado a alojar un estudio de diseño.
Fotografías: Yannick Milpas, Deneve Foto Kortrijk.