El prestigioso arquitecto Luis de Garrido, conocido por sus proyectos siempre concienciados con la sostenibilidad y la eficiencia energética, es el responsable del estupendo trabajo de rehabilitación llevado a cabo en la Casa Marisa (Valencia). La vivienda, a medio camino entre lo vanguardista y la más pura tradición, se encuentra en una región de alto valor medioambiental, y las normativas de urbanismo no permitían ampliarla.
El edificio se encontraba en muy mal estado antes de su rehabilitación, y la distribución interna del espacio también era anticuada y poco eficiente.
De esta forma, en el proyecto se decidió “construir un edificio dentro del edificio”; es decir, dejar la estructura d las fachadas exteriores tal y como estaban de forma que se convirtiesen en un envolvente para la nueva construcción interna. La fachada exterior se conservó de acuerdo con la normativa, mientras que el interior es de plena vanguardia. Dado que los propietarios de la casa querían hacer la reforma ellos mismos en lo posible, se decidió emplear hormigón celular para crear la nueva estructura.
Este material es muy indicado para reformas fáciles y rápidas, ya que su manejo es muy sencillo y además los bloques son ligeros, manejables y aislantes. También se añadieron nuevos elementos de vanguardia a la fachada, como por ejemplo el curioso corte en forma de V revestido con lamas de madera, que dinamiza el estilo de la casa y que cuenta también con ventanales abiertos. Las ventanas de la fachada principal han sido protegidas por sencillos cerramientos hechos con tablas horizontales, que además se coordinan con la madera de la pérgola. La casa cuenta también con paneles solares, siendo un modelo de sostenibilidad.