Blanca y luminosa como pocas, la enorme mansión que podéis ver en el post de hoy es un proyecto cuya espectacularidad va de la mano de la mayor de las elegancias. Su nombre es Infinity y se encuentra en las Islas Baleares. La casa se construyó en el año 2008 a partir del proyecto realizado por el Atelier d’Architecture Bruno Erpicum & Partners, y su superficie útil es de 600 metros cuadrados.
La residencia Infinity es un auténtico lujo, tanto por su emplazamiento como por su extensión, su belleza y su estilo.
Una finca de tamaño pequeño
La idea primordial del proyecto fue crear un edificio que se asentase sólidamente sobre el terreno y diese orgullosamente la espalda a otras construcciones, con la intención de abrazar el horizonte por completo. Si bien la construcción es grande, la finca sobre la que se alza no es muy amplia. El arquitecto tuvo que trabajar con inteligencia, abriendo volúmenes, dividiendo bloques y, en definitiva, reflejando el infinito (de ahí el nombre de la casa).
Espacio, tiempo… y belleza
Según el estudio de arquitectura, “el espacio y el tiempo son dos conceptos infinitos que pasan junto a nosotros. Pero la arquitectura nos permite modelar el espacio y establecer el tiempo, como si se tratase de un reloj de sol. Y también puede incluir un tercer concepto: la belleza”. No cabe duda de que esta fantástica vivienda ha conseguido aunar los tres aspectos en una arquitectura limpia, llena de luz y destinada a permanecer en la retina de quienes la contemplan.
Fotografías: © Jean Luc Laloux.