El atractivo de esta vivienda, situada en Ovar (Portugal) y realizada según el proyecto de la arquitecta Paula Santos, no está desde luego en el uso de materiales costosos o en complicados revestimientos de última generación.
Porque casi en su totalidad, si exceptuamos los grandes paneles de vidrio que cierran las puertas que dan al exterior, esta casa ha sido construida con cemento en bruto.
Continuidad en una planta
La construcción es de gran tamaño y superficie, ocupando un espacio sobre la finca de 680 metros cuadrados. El terreno sobre el que se levantó la vivienda está formado por un suelo de tierra arenosa no demasiado estable, lo que permitió a los responsables del proyecto concebir la edificación como un objeto que se desarrolla de forma continua. La necesidad de diseñar el programa principal de la casa en una sola planta a ras de suelo hizo que para diferenciar los espacios se implementaran distintas alturas y formas geométricas que forman una cubierta y fachada caprichosas.
Piscina, estudio… Y cemento
En lo que concierne a importancia y significado, las áreas más expresivas y atractivas como pueden ser la piscina cubierta, el estudio de pintura o la entrada a la que se accede desde la calle, se diseñaron como los espacios con techos de mayor altura, y así se destacan por encima del resto si contemplamos la casa desde el exterior. El cemento, por su parte, se escogió por ser un material con grandes cualidades escultóricas y queda a la vista en el proyecto, sin esconderse detrás de pinturas o revestimientos.
Fotografías: Nelson Garrido.