Localizada en Melbourne, Australia, esta vivienda de formas rectilíneas y volumétricas es producto del estudio de arquitectura Morris Partnership. De estructura sencilla y equilibrada, la vivienda cuenta con tres plantas edificadas sobre una superficie de 264 metros cuadrados.
Conseguir que la casa se integrase en un vecindario que se podría calificar de ecléctico, al tiempo que destacase entre el resto de las construcciones, fue el reto que se planteó el equipo de arquitectos y que sin duda consigueron, a la vista del resultado. La vivienda entre el resto de las casas, aportando vitalidad e interés a la comunidad.
La fachada frontal se abre al exterior, ofreciendo una entrada proyectada hacia fuera. Grandes pantallas evitan miradas indiscretas al interior de la casa. Las habitaciones se estructuran de forma similar al de las villas romanas, distribuyéndose alrededor de patios y terrazas que sirven de solaz y recreo a sus habitantes. Los jardines están plenos de vegetación lujuriante, que se alimenta del agua proporcionada por aljibes propios de la casa.
Como revestimientos exteriores, el estudio se planteó el uso de materiales como placas de cemento texturado, acero cortén oxidado, madera reciclada, chapa de metal perforada y rejilla metálica tejida. De esta manera, se logra un interesante contraste de colores y texturas que mezcla tonos como el gris del cemento, el metálico y el rojo óxido. El brillante acabado del aluminio se ve embellecido por el contraste creado por la malla metálica en bruto. La luz fluye a través de la malla para filtrar iluminación natural a las estancias del interior.
Fotografías: Christopher Ott yShania Shegedyn.
