Este impresionante ático de grandes dimensiones se encuentra en un edificio de tipo colonial, construido en los años 70 en la ciudad de Guadalajara (Jalisco, México). La reforma y rehabilitación del espacio corrió a cargo de Hernández Silva Arquitectos, un estudio ubicado en la misma ciudad. Situado en la planta decimo quinta del edificio, el ático cuenta con las vistas más impresionantes que se puedan desear.
El interior se ha planteado como un espacio blanco para aumentar la luz y la sensación de amplitud, y se combina con una terraza en la azotea de auténtico lujo.
La estructura ideada para el acondicionamiento del interior se basa en una estructura-soporte de techos a base de columnas, lo que ha permitido eliminar paredes medianeras y expandir los espacios. Las separaciones existentes están realizadas a base de losas perforadas, que permiten dejar pasar la luz. Los enormes ventanales también están pensados para aumentar la iluminación natural y dejar entrar las vistas circundantes a las estancias.
El proyecto es al mismo tiempo contemporáneo y respetuoso con la época en la que fue construido el edificio. Se ha conseguido conservar el encanto romántico del inmueble, pero también se le han sumado elementos de vanguardia, como el techo ligero en color blanco. Las ventanas están realizadas a base de paneles de vidrio sin marcos que puedan entorpecer las vistas o la decoración. El ático, que originalmente tenía cuatro dormitorios, se convirtió en un loft con paredes móviles creadas a base de pantallas, que permiten generar distintos espacios dependiendo de las necesidades del momento.