Esta llamativa y al mismo tiempo sobria vivienda se alza en una estrecha finca perteneciente a la 20th Street, de la localidad californiana de San Francisco (Estados Unidos). La casa original, un antiguo inmueble que necesitaba urgentemente una renovación, ha desaparecido casi por completo para dar paso a una residencia totalmente contemporáneo.
El proyecto ha sido llevado a cabo por el equipo del estudio estadounidense SF-OSL, y la casa se ha terminado de renovar en 2012. Con una superficie actual de 205 metros cuadrados, la casa disfruta de una azotea aterrazada desde la que se contemplan las mejores vistas de la bahía de San Francisco.
El pequeño tamaño de la vivienda, debido a la estrechez de las casas adosadas, obligó al estudio a diseñar un plan muy especial. Para resolver este problema y ampliar la superficie disponible, los arquitectos decidieron hacerlo de la única manera posible: expandiendo la casa a través de la cubierta. Esta decisión se probó acertada, ya que fue lo que “regaló” a sus propietarios las magníficas vistas de las que ahora gozan. Así, la casa pasó de tener una superficie útil de 145 metros cuadrados a los generosos 205 que ahora ofrece a sus habitantes.
La nueva fachada de la vivienda es completamente negra, con ventanas sencillas y regulares que protegen a los habitantes del fuerte sol californiano en los días de verano. La fachada trasera es más fresca y desde ella se pueden contemplar las mejores vistas. La comunicación entre el exterior y el interior está muy lograda, gracias sobre todo al patio interior de la vivienda: todo un oasis de frondosa vegetación.
Fotografías: Bruce Damonte
