Esta villa discreta y elegante, situada en un claro en medio de un frondoso bosque, en una zona rural del estado de Nueva York (Estados Unidos), es un diseño del estudio de arquitectura, mobiliario e interiorismo Incorporated Studio. El nombre de la vivienda, Sixteen Doors, se refiere evidentemente a las aberturas de su fachada, que crean una constante comunicación de la casa con la magnífica naturaleza que la rodea. Esta comunicación se ve incrementada gracias a la terraza perimetral que prolonga la fachada, amueblada con rústicos muebles de madera en bruto.
La idea del estudio era crear una acogedora residencia que se beneficiara del hermoso entorno natural, al mismo tiempo que quedara más o menos camuflada entre los árboles.
El exterior de la casa se revistió para ello con planchas de madera, creando también una agradable terraza alrededor y colocando ventanas de gran tamaño para disfrutar de las vistas. De esta forma, la casa queda discretamente disimulada entre los árboles y al mismo tiempo disfruta de la quietud y la paz que ofrece el entorno. Los interiores se han decorado con estilo y color, mezclando arte contemporáneo con detalles rústucos.
El corazón de la casa está establecido por un espacio abierto formado por el salón y el comedor. Este lugar se ha amueblado con asientos sencillos, almohadones, taburetes de bar y marcos vacíos, consiguiendo una decoración que es a la vez original, diferente e intemporal. Las habitaciones también disfrutan del ecléctico gusto decorativo de los propietarios, que mezclan en ellas su inconfundible estilo con constantes sorpresas en forma de detalles inesperados.
