Si bien vista desde su fachada posterior, la que podéis ver en esta imagen, esta casa es sin duda atractiva pero no especialmente innovadora, todo cambia cuando la contemplamos desde la fachada que da al mar. Porque su planta superior sobresale considerablemente, creando un voladizo impresionante que parece sobrevolar la ladera y caer sobre las aguas del océano, ante un espectacular fiordo.
El edificio original databa del año 1969 y era un sencillo adosado perteneciente a la zona urbanizada. En el año 2008 sus propietarios decidieron cambiarlo por completo y adecuarlo a los nuevos tiempos, y para ello recurrieron al estudio de arquitectura Element Arkitekter AS. La vivienda se encuentra en Noruega y su reforma (más bien podríamos decir reconstrucción completa) fue todo un revulsivo.
El estudio llegó a una solución, conjuntamente escogida con los propietarios, en la cual las estancias situadas en la planta inferior de la vivienda se conservaron en lo que respecta a tamaño y distribución. Sin embargo, el piso superior se reemplazó por completo por una construcción más amplia y más abierta al paisaje, que goza de una vista espectacular del fiordo. Esta reforma constituyó un gran reto para el estudio, ya que fue necesario bajar un nivel a la altura para poder contemplar las vistas.
De esta manera, la planta superior crea un voladizo que sobresale tres metros sobre el resto de los volúmenes, y queda separado de la carretera posterior para crear un amplio espacio que funciona como terraza y solárium, orientado hacia el sur y que además proporciona luz natural a la vivienda.
Fotografías: Element Arkitecter AS.
