Uno de los grandes retos al que tiene que enfrentarse un arquitecto es desarrollar el diseño y la construcción de su propia casa. Es el caso del proyecto que vamos a mostrarte a continuación, que consistió en la reforma de una casa de 1923 situada en Estoril, una parroquia de Cascaes, en el distrito de Lisboa, Portugal.
La casa pertenece al arquitecto Ricardo Moreno, que tenía la necesidad de preservar las paredes exteriores y conseguir que se reconocieran e identificaran tanto los valores históricos como contemporáneos. En definitiva, quería que la vivienda fuera una especie de puente entre dos momentos en el tiempo. ¿Quieres conocer más detalles de esta reforma? ¡Pues no te pierdas nada de lo que te contamos a continuación!
Los diferentes volúmenes de la vivienda
Teniendo en cuenta las necesidades que te hemos comentado antes, el arquitecto optó por mostrar la planta de entrada, que es donde se encuentran las zonas comunes, como un volumen de madera que define el resto del programa. Aquí se encuentra el acceso a los otros volúmenes, que se encuentran suspendidos y que albergan las áreas privadas.
Estudiando las técnicas y los materiales de la época
Para realizar la reforma, Ricardo Moreno estudió tanto las técnicas como los materiales de la época, algo prácticamente obligatorio cuando se tiene delante un proyecto como éste. Las paredes exteriores, que estaban construidas con ladrillo hecho a mano y mampostería de piedra, fueron cubiertas con mortero de cal y arena y mezcladas con corcho triturado para mejorar el aislamiento térmico. Así, se decantó por materiales ecológicos, totalmente reciclables y de bajo consumo de energía para el proceso de producción.
A continuación te dejamos con nuestra galería, donde encontrarás más imágenes de esta preciosa casa portuguesa.