De la mano del afamado y prestigioso arquitecto portugués Álvaro Siza, nos llega esta espectacular casa mallorquina de auténtico lujo, que combina su estructura cúbica a base de volúmenes sucesivos y con distintas alturas, con las impactantes vistas sobre el Mediterráneo que ofrece su emplazamiento. Se trata de una residencia de verano exclusiva edificada en la costa de la isla de Mallorca, que se levanta a 26 metros por encima del mar y que en su azotea cuenta con una piscina longitudinal desde la que las vistas son aún más impresionantes, si cabe.
La edificación está dividida en volúmenes fragmentados que se van sucediendo sobre la parte superior de los acantilados, de forma que todos ellos van a dar al mar. Las tres estructuras principales están conectadas por caminos y senderos de piedra, y conducen a sus habitantes a través de los distintos volúmenes de la vivienda que funcionan como recibidor, dormitorio, área común y zona de servicio.
Las ventanas dan al Mediterráneo por una de las fachadas de la casa, mientras que la parte posterior da a un patio interior que sirve como conexión con el entorno natural, aún mientras se está en el interior de la vivienda. También llama la atención la cubierta plana ajardinada, que además de proporcionar aislamiento tiene un fin decorativo. Las grandes terrazas para disfrutar del sol y el aire marino se alían con la piscina de la azotea en su misión de dotar de todos los lujos posibles a este proyecto de Álvaro Siza.
