Este bello edificio, que combina un singular equilibrio formal con una atractiva asimetría, se encuentra en Luxemburgo y es obra del estudio METAFORM Architecture. Se terminó de construir en el año 2012, y parece imposible (pero así es) que en un volumen tan compacto se hayan podido incluir nada menos que siete viviendas llenas de comodidades.
La construcción se encuentra en un barrio residencial, poblado de edificios unifamiliares ubicados de manera que se acentúa su sensación solitaria. Este nuevo inmueble viene a romper esta monotonía creando un microcosmos de pisos, aderezado por unas fantásticas zonas comunes al aire libre.
Exterior blanco y asimétrico
paneles de fibrocemento blanco, que aportan a la casa su monolítico aspecto y mantienen viva la sensación de tranquilidad que proporciona el proyecto. El edificio está formado por distintos volúmenes que se mezclan en la cuadrícula continua de la fachada, y que difuminan la división entre plantas, rompiendo de manera radical el concepto que solemos tener de “edificio de pisos”.
”Aberturas ocultas” para vistas y luz
Cada ventana se concibió individualmente para que todas ellas pudiesen enmarcar vistas atractivas, o proporcionar luz natural a los interiores. Estas “aberturas ocultas” juegan un papel protagonista en la imagen escultórica que se persiguió durante la concepción del proyecto. El objetivo final era evitar la duplicación simple y llana de las viviendas, y se logró mediante la individualidad y la customización de los espacios interiores y exteriores.
