Esta casa formada por volúmenes cubos intersectados es un diseño del estudio madrileño Ábaton Arquitectura. Se encuentra en Cambrils (Tarragona) y cuenta con una superficie de 312 metros cuadrados, dentro de una finca de 750 metros cuadrados en total. De formas rectas y básicas, la casa muestra un sereno equilibrio en su diseño.
El acertado interiorismo de la vivienda es obra también del estudio Ábaton en cooperación con Batavia, y entre ambas firmas han conseguido una vivienda llena de luz y de elegancia. Los muebles modernos y vanguardistas, como por ejemplo los dos sillones del jardín, aportan una inconfundible personalidad al inmueble.
La casa es una construcción independiente, y el reto constructivo que se planteó desde un principio fue solventar el problema de la forma de la finca, de manera que la vivienda dispusiera de espacio suficiente alrededor a pesar de hallarse entre otros edificios. La construcción está formada por dos bloques unidos por un corredor longitudinal; la casa se condicionó a este corredor, incrementando la curiosa sensación que produce ya desde el acceso a la vivienda.
Los espacios interiores quedaron comunicados con el exterior que los rodea para proporcionar una sensación de espacio aún mayor. El salón y las zonas comunes, así como la cocina, se diseñaron con altos techos y ventanales, así como amplios vanos que comunican las estancias con el jardín. En la segunda planta se encuentra un área para los niños, que dispone de su propia terraza con muros de seguridad. Para terminar, al fondo de la finca se construyó la refrescante piscina.
Fotografías: Ábaton Arquitectura.