Si de algo se puede calificar esta casa, además de impresionante, es de original. Se trata de una vivienda construida en la localidad de Elde (Holanda), cuya superficie es de 320 metros cuadrados. Su diseño está inspirado en los graneros de la zona, sobre todo en lo que respecta a las enormes puertas que sirven como pantallas para aportar privacidad cuando están cerradas, y que dejan pasar la luz cuando están abiertas.
La casa es de diseño longitudinal y en el interior, la cubierta a dos aguas genera un amplio espacio que permite ubicar una gran entreplanta a modo de altillo.
Los paneles que rodean y envuelven a la casa se pueden colocar en sentido perpendicular a las fachadas, de forma que proporcionan vistas enmarcadas de los campos que rodean a la finca. Las zonas de exterior y las áreas comunes disfrutan así de las mencionadas vistas. Alrededor de dos de las fachadas de la casa se ha instalado una plataforma de madera oscura que crea un interesante contraste visual con la carpintería de acero y madera clara del envolvente de la vivienda.
La plataforma de terraza está orientada de forma que esta zona reciba la luz solar procedente de la cara sur de la construcción. La casa ha sido construida con materiales ligeros y que permiten una edificación rápida: madera de cedro rojo, acero y aluminio con cobertura de zinc. Los paneles móviles están realizados con listones de madera a modo de celosía, de forma que incluso cuando están cerrados permiten el paso de la luz, al tiempo que preservan la intimidad de los habitantes de la vivienda.
Fotografías: Erik Hesmerg, Jan Bartelsman.