Los propietarios de esta casa holandesa necesitaban una casa para fines de semana y temporadas de verano, y por lo tanto no buscaban excesiva complejidad. Encargaron el proyecto al estudio 2by4 Architects y el resultado fue tan sencillo y minimalista, como acertado. Situada en el lago de Loosdrecht, Holanda, la casa se adapta a la perfección al contexto donde se ubica (una espectacular isla en plena naturaleza), y sus fachadas transparentes situadas una enfrente de la otra crean un singular efecto “túnel,” que enfatiza la forma alargada y estrecha de la isla.
De acuerdo con la descripción de los arquitectos, “la casa está completamente customizada y permite cambiar el espacio interior dependiendo de la función. En días cálidos, la fachada norte puede abrirse hacia el agua, abriendo la pared como si fuera una puerta. El suelo de madera de la sala se convierte de esta forma en una especie de embarcadero, desde el que es posible acceder directamente al agua. Cuando se escoge esta configuración, la casa funciona como si toda ella fuera una terraza con cubierta”.
Vista desde la orilla, la vivienda muestra una elegante silueta ascendente. La idea es que los visitantes rodeen la edificación hasta encontrar el acceso. De esta forma, la casa y su entorno se pueden contemplar desde distintos puntos de vista. Una vez pasada la casa, el visitante tiene que ascender un escalón hasta la terraza, que se prolonga hasta fundirse con la zona de relax. Una chimenea exenta y colgante constituye el centro de atención de esta área, y más allá, subiendo otro escalón, se accede al salón comedor abierto a la cocina. Este proyecto supone una interesante propuesta de economía de líneas, diseño y fusión con el entorno natural.