Este proyecto, realizado por el arquitecto Alberto Alarcón y su estudio (Alarcón + Asociados), es una curiosa casa levantada en la provincia de León en el año 2009. El arquitecto contó con la colaboración de Sara Rojo, Carlos Tomás y Clara García para concebir el edificio: una casa de 310 metros cuadrados, con un modelo espacial inspirado en la arquitectura china. Nada que ver con las fincas y granjas tradicionales de la zona: la vivienda se extiende y se funde con el terreno, y nos recuerda a la estructura de la famosa Gran Muralla.
Las habitaciones están conectadas entre sí, lógicamente, pero también se encuentran independizadas. Es el concepto de la arquitectura tradicional china: edificios de tres volúmenes unidos entre sí, con un espacio común para uso doméstico. Los interiores se inspiran en el entorno rústico que rodea a la casa, y muestran techos de madera clara y paredes bastas con las clásicas imperfecciones de las casas de campo. Son ambientes que combinan eficazmente tradición y modernidad, al igual que el curioso exterior.
Y hablando del exterior, algo que llama poderosamente la atención es la cubierta plana verde que cubre el edificio; es casi un jardín sobre el tejado… Y no es sólo un detalle estéticamente interesante, sino que además de integrar la casa en el paisaje, sirve para mantener la vivienda fresca en verano y cálida durante los meses invernales. Esta vivienda es sin duda un acierto, en todos los sentidos: tan confortable como llamativa, y que destaca sobremanera en el sobrio paisaje leonés.
Fotografías: Pablo Cruz, Alberto Alarcón.