En un lugar cercano a la ciudad de Uslar en la Baja Sajonia, Alemania, hemos encontrado una casa de lo más original que se encuentra al lado de una antigua casa de guardabosques. Lo más curioso de la propiedad es que a ella se accede a través de un camino forestal que bordea un pequeño arroyo con algunos estanques.
La casa fue restaurada con mucho esfuerzo y dedicación por el estudio de arquitectura Baumraum, que intervino el paisaje a sus alrededores de forma cuidadosa. ¿Te apetece conocer el resultado? A continuación te lo mostramos.
Una delicia para los amantes de la naturaleza
Las paredes, realizadas con piedra natural, los árboles autóctonos recién plantados y dos grandes hábitats de estanques artificiales han convertido este lugar en una delicia para los amantes de la naturaleza y, sobre todo, en un refugio para la flora y la fauna endémica.
Una casa del árbol
En realidad, los clientes querían una casa del árbol que proporcionara alegría a su pequeño hijo y a todos los amigos de la familia durante muchos años. El lugar escogido para crearla fue bajo unas piceas (árboles similares a los abetos) y sobre un estanque. Más tarde se tomó la decisión de proyectar la casa de dos plantas en el propio estanque, conectándola con los árboles mediante una larga terraza.
Flotando sobre el agua
Los dos niveles están equipados con abundantes tumbonas y bancos, además de espacio de almacenamiento y conexiones eléctricas. Las escaleras que dan acceso a la terraza se encuentran en la orilla. Por su parte, la estrecha cubierta de madera de alerce parece flotar sobre el agua de la laguna hasta llegar a la torre curva de la casa del árbol. Aquí el visitante puede entrar a la habitación de la planta baja o acceder a la zona del dormitorio superior por medio de otra escalera exterior.